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Una buena experiencia sensorial en las farmacias será imprescindible para que los clientes se sientan completamente satisfechos. Pertenecer a un grupo de compra de farmacias lo hace más necesario aún, dado que habrá que cuidar todos los detalles al máximo. La llegada del Covid-19 ha hecho que poder mantener el mismo nivel de cercanía con los pacientes haya sido casi imposible. En esta entrada hablaremos de algunos consejos para poder afrontar este nuevo reto impuesto por la situación actual.

Trabajar las sensaciones y emociones

El constante bombardeo de información y experiencias sensoriales es actualmente inevitable. El frenético ritmo de vida que llevamos hace que, en muchas ocasiones, la primera impresión ofrecida como empresa tenga mucho más peso que el resto de elementos que la componen. Por ello, es fundamental trabajar las sensaciones transmitidas para conseguir que la primera toma de contacto sea completamente satisfactoria.

Actualmente, no basta con ser los mejores farmacéuticos o dar los consejos más completos. También hay que cuidar la imagen ofrecida, ya que ésta acaba afectando a todo lo relacionado con las decisiones que tomen los clientes: desde la decoración exterior hasta el escaparate pasando, incluso, por la colocación que se haga de los productos. Cada uno de los elementos acabará influyendo en la decisión de repetir la compra en la farmacia.

El objetivo será generar toda una serie de sensaciones y emociones agradables en los clientes, ya que, en la mayoría de las ocasiones, la decisión de compra vendrá determinada por elementos que, a priori, podríamos ni siquiera haber imaginado. Es fundamental prestar atención a cada uno de los detalles que darán personalidad y caracterizarán el negocio.

Si conseguimos crear una experiencia positiva para el cliente en nuestro establecimiento, aumentaremos las posibilidades de que éste repita la compra, adquiriendo-incluso- un hábito y creando una relación de fidelidad con la farmacia. Por ello es imprescindible orientar todo el proceso a la repetición de compra para poder convertir la farmacia en un punto de referencia.

Un mayor peso en lo visual

La necesidad de llevar mascarillas y mantener la distancia de seguridad ha dado mayor importancia a todo lo que vemos dentro de la farmacia. El 80% de la información recibida y procesada es visual, por lo que habrá que cuidar todos los detalles si queremos seguir conectando con nuestros clientes.

Las farmacias han tenido que cambiar su estrategia para poder mantener espacios que sean agradables pese a la situación actual. El merchandising visual se ha visto muy afectado con la llegada de las medidas impuestas por el coronavirus, modificando las estrategias de promoción y publicidad.

El mensaje transmitido debe ser claro, directo y conciso para conseguir la mayor efectividad posible. Tanto los lineales como la zona de mostrador, góndolas y demás espacios que formen las farmacias deberán de estar cuidados al máximo.

La comunicación escrita existente en la farmacia deberá ser clara, directa y útil. Todos los carteles que dispongamos en el espacio deberán contar con una tipografía fácil de leer y un tamaño de letra adecuada para todos los clientes.

Apostar por la tecnología

El uso de pantallas en la farmacia hará que tanto el mensaje visual como escrito sea mucho más atractivo para los clientes. Cada vez son más las que incorporan en sus escaparates y en el interior todo tipo de dispositivos electrónicos con fines informativos. Destacando por su versatilidad, la tecnología permitirá poder dar a conocer consejos farmacéuticos, medidas de seguridad, hábitos de vida saludables…

El hecho de que nuestra mente reviva una experiencia visual y auditiva como si fuese real hará que las experiencias sean mucho más positivas para quienes acudan al establecimiento. En este punto, y a pesar de que estamos ante una herramienta de comunicación cada vez más frecuente en este tipo de establecimientos, algo importante a recalcar es que, para que se alcance el objetivo perseguido debe trabajarse la relación existente entre los distintos contenidos que ofrezcan nuestras pantallas; es decir, si las empleamos para proyectar un conjunto de anuncios sin conexión que se repiten sin más, podríamos acabar teniendo un efecto negativo en nuestro negocio.

No ha de abusarse de la publicidad proyectada en las pantallas de las farmacias e incluir todo tipo de información que sea útil para los clientes. Aprovechar la tecnología para seguir manteniendo la cercanía con ellos es la clave.